Friday, February 23, 2007

Yo sí hablo de Fidel

Hablar de Fidel Castro se ha convertido en un paraíso de eufemismos.

Parece haber algo sagrado alrededor de la figura del dictador que convierte en un acto de "mal gusto" el emitir cualquier crítica contra la reliquia viviente del leninismo.

¿Será que a muchos les da miedo ser tildados de simpatizantes del imperialismo? ¿Será que piensen que criticar a Fidel implica apoyar las aberrantes invasiones a Irak o Afganistán? o peor aún ¿que no estar de acuerdo con el hombre de las barbas implica la santificación de los políticos locales?

Yo me pregunto, si Fidel es tan bueno ¿por qué necesita censurar a los que se atreven a criticarlo? ¿no podría su prístina integridad aplastar por sí sola a los malosos proyanquis que lo calumnian?. Si el gobierno cubano es tan eficiente ¿por qué no permite la oposición política formal? ¿quién votaría en contra de los fabricantes del paraíso socialista caribeño?

Tal vez ningún país de latinoamérica sea un altar a la democracia o a la justicia social, pero a diferencia de Cuba nadie obliga a sus pueblos a canonizar a sus dirigentes y la represión de los disidentes no es vista como una maniobra "patriótica" y "pro revolucionaria".

Lo verdaderamente triste es que algunos de los que no permiten que se toque a Fidel ni con el pétalo de una crítica gozan de libertades de las que el pueblo cubano ha sido privado por obra de ese hombre y parecen no darse cuenta. Aunque ¿realmente les importan los cubanos?, ¿existe sufrimiento ajeno lo suficientemente fuerte para no ser vencido por la hermosa sensación de ser llamado "progre"?.Para algunos no.

No comments: