Monday, February 12, 2007

La ínsula , la palabra del futuro

En fechas recientes un grupo de científicos ha descubierto que los pacientes con daño en una zona cerebral llamada ínsula son menos proclives al consumo compulsivo de tabaco. Esto abre la posibilidad a nuevas terapias contra las adicciones.

Además la ínsula también participa en la regulación de diversas emociones, el deseo sexual , el apetito , etc . . .

Los avances en la neurología amenazan con sacudir hasta los cimientos nuestra percepción del ser humano , la vida en sociedad y la moral. Hasta hace poco la adicción a drogas de bajo calibre como el alcohol y el tabaco se consideraba como una sociopatía, un desorden temporal en la conducta inducido por el medio circundante.

En muchas ocasiones la adicción a estas "drogas blandas" se remitió sin escalas al terreno de la moral, si se buscaba rehabilitar a alguien se debía intentar "sensibilizarlo" respecto a los riesgos de su conducta, es decir, intentar reacomodar su esquema de valores hasta colocar la retribución al consumir una de estas sustancias en un plano axiológico inferior al de la preservación de la salud.

Hoy sabemos que muchas "enfermedades de la conducta" son en realidad transtornos fisiológicos, tal es el caso de la depresión.

¿Sucederá lo mismo con las adicciones?, apuesto a que sí, los estudios sobre la ínsula serán considerados por nuestros hijos como parte de la prehistoria de la medicina del futuro. No debemos olvidar que hace poco más de 150 años se atribuía cualquier enfermedad a un desequilibrio en los "humores" del cuerpo humano y el mejor tratamiento consistía en hacer sangrías terapeúticas y aplicar ungüentos cutáneos (Ver tratado de embriología sagrada 1848) , aún hoy algunas corrientes de pensamiento neo-esotérico como la cienciología echan por la borda la evidencia científica y se niegan a la administración de antidepresivos.

Nuestra percepción del ser humano se someterá a las durísimas pruebas del avance científico, por lo que el pensamiento moderno deberá estar marcado por dos nuevos rasgos:

1. La aceptación de que la conducta humana no depende en su mayoría de procesos conscientes, muchos de los rasgos de la personalidad dependen del buen funcionamiento de neurotransmisores, órganos del sistema nervioso , etc . . . La psiquiatría atraerá hacia su esfera una gran cantidad de psicopatías en los próximos años. Lo que nos lleva a . . .

2. La preocupación por la ética. La ética se convertirá en la rama del pensamiento más importante en las próximas décadas, si se puede modificar la orientación sexual , por ejemplo , mediante intervención médica ¿deberíamos considerar la homosexualidad como una enfermedad que requiere tratamiento o no? o si se llegara a identificar en un recién nacido el "gen de la maldad" que ha movido a los grandes tiranos de la historia , ¿sería correcto confinarlo a un tratamiento especial o evitar que en su vida adulta se dedicara a ciertas actividades?.

Mucho se habla sobre los avances en materia de neurología e ingeniería genética , muchos opinan que nos acercamos a la construcción de una raza de "super hombres" , pero ¿qué es un super hombre? , ¿quién determina las características "perfectas" de los hombres y las mujeres? , ¿sería sustentable una sociedad donde todos sus integrantes se asumieran como "perfectos"?.

Tarde o temprano la historia nos hará responder estas preguntas.

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