Hace 27 años no muchos creían que el mundo tuviera algún futuro. Una guerra nuclear entre la URSS y EUA aniquilaría a la raza humana tarde o temprano. Según los expertos los chavitos de mi generación nunca llegarían a ser adultos, tener hijos o sufrir con los problemas del trabajo.
Recuerdo que mis tías hacían aerobics con Ritmo Vital, los pitufos a las 3 de la tarde , Mazinger Z , al tío Gamboín y a Rogelio Moreno ("cuando nos veamos así nos saludamos"). También recuerdo la fascinación con los primeros "laser disc", antecesores de los CD, las terribles elecciones presidenciales del 88 y cuando Jacobo anunció en un corte especial la caída de la Unión Soviética.
Recuerdo que una mañana de septiembre me despertó un horrendo rechinido del piso de madera. Las horas siguientes fueron de terror y duelo entre los escombros de la ciudad donde nací.
Recuerdo la primera vez que me rompieron el corazón, a Ace of Base y mi primer día en el transporte escolar con "I Will always love you" de Whitney Houston.
9861 días he vivido hasta el día de hoy, 9861 obras cada una con su trama, sus héroes y sus villanos. Muchos de los que han hecho posible este día ya no me acompañan, otros llegaron para ya no irse, otros más me esperan a la vuelta de la esquina ansiosos por escribir historias nuevas.
Hoy sólo me queda dar gracias, a todos los que han firmado con su presencia el libro de mi vida y me han hecho actor de su propia película, a todos los que llenaron mi existencia de los pequeños detalles (buenos o malos) que me hicieron recordar que estoy vivo y que mientras exista el prodigio invisible de la coincidencia el fin del mundo puede esperar.
Recuerdo que mis tías hacían aerobics con Ritmo Vital, los pitufos a las 3 de la tarde , Mazinger Z , al tío Gamboín y a Rogelio Moreno ("cuando nos veamos así nos saludamos"). También recuerdo la fascinación con los primeros "laser disc", antecesores de los CD, las terribles elecciones presidenciales del 88 y cuando Jacobo anunció en un corte especial la caída de la Unión Soviética.
Recuerdo que una mañana de septiembre me despertó un horrendo rechinido del piso de madera. Las horas siguientes fueron de terror y duelo entre los escombros de la ciudad donde nací.
Recuerdo la primera vez que me rompieron el corazón, a Ace of Base y mi primer día en el transporte escolar con "I Will always love you" de Whitney Houston.
9861 días he vivido hasta el día de hoy, 9861 obras cada una con su trama, sus héroes y sus villanos. Muchos de los que han hecho posible este día ya no me acompañan, otros llegaron para ya no irse, otros más me esperan a la vuelta de la esquina ansiosos por escribir historias nuevas.
Hoy sólo me queda dar gracias, a todos los que han firmado con su presencia el libro de mi vida y me han hecho actor de su propia película, a todos los que llenaron mi existencia de los pequeños detalles (buenos o malos) que me hicieron recordar que estoy vivo y que mientras exista el prodigio invisible de la coincidencia el fin del mundo puede esperar.
Suyo soy.
RMZ.
